Apertura de licorerías, amigos etílicos, fiestas y
graduaciones eran los motivos para beber
alcohol en mi adolescencia. Una tarde de mi ociosa juventud, uno de esos
“amigos” se presentó con una botella de vodka y en la entrada del abasto donde la
compró había una máquina cuadrada de color metálico, arriba de ella tenía dos
tubos cilíndricos trasparentes, contenían en su interior un líquido espeso
color rojo que mediante una paleta giratoria incitaba a ver tal movimiento
circular provocando comprarlo. Era el frappé de hace un poco más de diez años y
es lo más idóneo para mezclarlo con la bebida rusa… al menos para mi paladar.
Son las doce del mediodía, el sol bronceándote, ni una
nube en el cielo y encontrar en una esquina de Caracas un carrito coloridamente
rotulado con frutas es como ver un espejismo en el desierto; por fortuna el oasis
existe: es una nueva forma de refrescarnos la garganta y un negocio que crece por
los momentos. Sin duda éstos carritos llaman más la atención que los tubos
giratorios de hace años.
Mi mamá llegó con la idea de montar un carrito de
frappé, por fortuna la nevera ya la teníamos. Hace dos años la compré para
guardar las hallacas en diciembre y no sobrepoblar la nevera normal; la pobre llevaba
más de 25 años conservando nuestros alimentos. Así que mi rango de socio y mi capital
a la nueva idea de mi mama ya lo había asumido sin querer.
Mi tía se encargó del estudio de mercado, se caminó
todo el centro de Caracas preguntado precios, averiguando la materia prima para
hacer los distintos sabores de frappé, observando los detalles de los carritos:
la sombrilla, rotulado, nevera, base metálica, planta eléctrica y cualquier otro
detalle; cómo servían el producto, en que sitios estaban ubicados los
vendedores; quiénes eran el tipo de persona que más compraba; a qué hora se vendía
más. Creo que su carrera de estadística la empleó correctamente en este
estudio. Mi mamá se encargó de buscar presupuesto en una herrería para hacer la
base del carrito donde montaría la nevera.
A mi me tocó la tarea de averiguar los precios de las
rotulaciones para la nevera. Cerca de mi casa hay un centro de impresión y
pendones, pero me imaginé que en otro sitio podría salir más barato. Pregunté
por el rotulado y un diseño para la nevera. El diseñador ya tenia un diseño
hecho, me pareció muy bueno y digno para la ocasión, todo salía en 2.000 Bs.
fuertes. Fui a otro sitio de impresión y conseguí un presupuesto en 1.000 más
la rotulación en 600 Bs. Fuertes y cerré de una vez el trato.
A todas estas mi tía recolectó bastante información y
concluyó que la mejor hora para vender
es de 11 de la mañana a 4 de la tarde, los que más comprar son los bachilleres
después del mediodía. El mejor sitio para vender es en cercanías de colegios,
plazas y paradas de autobuses, salidas de metro y esquinas muy concurridas. Este
es un punto vital en el negocio: el lugar donde ubicarse para vender, los permisos
no parecen una limitante, salvo en varios puntos como en la entrada del parque
Miranda (Parque del Este) donde tienes que tramitar el permiso para vender con
la alcaldía. O como nos comentó un “frappero” –vendedor de frappe en los carritos–
que le paga una tarifa a un agente de la ley para que ni lo roben ni lo
saquen de allí.
Conforme seguíamos avanzando surgían nuevas
dificultades, como donde guardaríamos el carrito luego de instalarlo, habría
que buscar un alquiler para guardarlo y tendría que estar ubicado cerca del
lugar de venta, el peso para empujar el carrito por la calle es considerado si
le sumas el peso de la planta eléctrica para mantener la nevera funcionando.
Creo que mi tía no tiene la fuerza suficiente para empujarlo; aunque ya tenemos
todo listo y no se si tendremos éxito, pero estoy dispuesto a asumir el cargo
de “frappero”.
El emprendimiento individual se ha multiplicado en los
últimos años como forma de prosperar mediante una actividad económica, el emprendedor
actual se ha modernizado y organizado mucho mejor que hace algunos años. Situación
que ve muy positiva el psiquiatra Roberto
de Vries de la cual expresó en una entrevista al diario El Universal: “El
venezolano está en una fase de emprendimiento e iniciativa” “...y probablemente
aquí está la salida al desarrollo del país”. ¹
Sin tener en cuenta el clima político del país el
emprendimiento y las iniciativas propias de los venezolanos seguirán siendo el
oasis en el desierto.
1. Cuerpo 1, página 1-2 - 20-01-2013.