Aborrezco el sistema electoral, este podrido CNE, esta trampa de gobierno.
Pero cómo iba yo a participar en semejante burla. Semejante circo después de
varios fraudes experimentados en carne propia, Cómo carajo iba yo a participar
nuevamente en el "chou electorero" después de encontrar la joya meses
atrás con los Ni-Nis de ORDEN. Sin embargo vi la oportunidad de presenciar los
hechos en primera fila, no solo eso sino que si me lo propondría
seriamente ser partícipe de una historia y sin el esfuerzo y sin la necesidad
de poseer una credencial de periodista con la cual no hubiese servido
absolutamente para nada.
¡Ohhh pero qué maravilla!... ¡Qué afortunado debería sentirme! Es que estoy
presenciando cómo llega el material electoral a un centro de votación. ¿Seré la
envidia de los pobres periodistas que vinieron del extranjero a cubrir las
elecciones -digo pobres porque se las vieron bien feas con las autoridades en
el aeropuerto, sobre todo los de Argentina -Maaacri... Maaaaacri... Maaaaacri-
y México- Oye no puedo ser tan ingrato y olvidar mis colegas nacionales que no
lo deben estar pasando tan bien. No porque no puedan cubrir las elecciones,
sino el estrés que deben estar sufriendo días previos a los comicios: plan de
contingencia en las redacciones; horas extras de trabajo; amanecidas; comida de
sobra; escoltas para el personal... Llegó la Smartmatic dentro de una maleta de
plástico blindado azul oscuro, viene acompañada de una caja grande de cartón y
otra caja rectangular ¡A ver... a ver!: con qué viene ese combo que parece tan
interesante, a lo mejor lo termino comprando... soy el testigo de mesa.
Tres personas empiezan como niños a abrir esas cajas. Oye un momento, me
pregunto yo: ¿Serán testigos del partido del gobierno? ¿Serán autoridades del
CNE? Me da miedo preguntarles no quiero ganarme enemigos así de gratis y más si
me han mirado feo desde que llegué, saben que soy testigo de la oposición.
"El paraban... el paraban, armen el paraban primero" se escuchó una
voz autoritaria y cuaimezca que invadió el salón desde la puerta. Era la
voz de Doña Bárbara... la coordinadora del
centro de votación.
Tras 15 minutos empezaba a aburrirme, las tres personas, dos chicas
miembros de mesa y un técnico de instalación de la
Smartmatic -jóvenes por cierto, los tres no pasan de los treinta
años- eran los encargados de armar el aparataje tecno-electoral de esa mesa de
votación. Estaban algo enredados con tantos manuales de instrucción que traía
el combo del CNE, así que decidí irme al salón de al lado a ver como lo estaba
pasando el otro testigo. Nada fuera de lo común, todo normal. "Si te ve Doña
Bárbara aquí te va a regañar" fue el consejo que me dieron. Me
devuelvo y en lo que entro al salón una de las chicas saca el tema de llegar
temprano el domingo y aquí empezó un diálogo que me terminó de convencer de
llegar hasta el final con esta labor cívico-social-patriota-democrática -como
la quieran llamar- al participar en tan reveladora e inesperada conversación
del cual fui partícipe:
-Nooo yo vivo por Pinto Salinas y allí salir de madrugada ni de vaina
compadre. -comenta el técnico.
-Yo bajaré con los del concejo comunal de la Cota -comenta la más gordita.
-Yo llegaré de primero, vivo aquí al frente, en ese balcón donde se escucha
esa música, -informa la morena
-Con la ley seca, si van a beber, beban hoy y no el sábado, para que
estén finos el domingo -comento para entrar en la conversación.
-De eso no hay problema, la del piso uno vende bebidas -recalca la morena.
-Ahh coye y mis amigos que se van hasta Puente Hierro o Artigas a comprar
cuando se les acaba la curda, Ya sé para la próxima -comento en tono aliviado.
-Bueno me quedaré donde unos familiares por la Urdaneta, tengo que estar
aquí a las 4 de la mañana el domingo -comenta el técnico.
- Oye vale aquí esta ese hotel que es nuevo, es caro pero está cerca, es ese que ves allí de ladrillos -le informo al técnico
-Allí es carísimo la noche -sentencia la morena.
-Berro como estás tan enterada -dice riéndose el técnico.
-Bueno tendrás que pedir el catalogo... llegas solo pero seguro no sales
solo - le dije en tono bromista al técnico.
-A mí no me gusta ir solo los hoteles -insinúa el técnico y ya veía yo por
donde iba la cuestión.
-Si no en la avenida hay más baratos y de seguro con catalogo también -expresé
para continuar con el buen rollo.
- Míralo pues todos son igualitos –dice y se ríe la más gordita mirando a
la morena.
Vamos de maravilla, no quiero que salga el tema político ni la escasez ni
mercal ni el pollo ni el arroz. A esta altura de la conversación la atmósfera
de joda sobrepasaba mis expectativas, había conectado con esta gente y las
miradas de desconfianza al principio se transformaron en risas chalequeadoras
entre los cuatro.
-Te puedes quedar en mi casa -recalca la más morena mirando al técnico.
Insto yo por donde venia la cuestión y le pregunto:
-¿Si tu marido no tiene ningún problema?
-Nooo, yo no tengo marido.
Era todo lo que quería escuchar ese joven, era la mejor noticia que pudiera
recibir ese día el técnico de la Smartmatict. Y yo que no quería ser testigo de mesa,
pero si mis colegas darían la vida por presenciar este sketch de la vida real y con guion improvisado para reportarlo a sus
agencias informativas... Vaya que afortunado soy.
Seguiremos informando.
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