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sábado, 22 de febrero de 2014

Booktrailer: "Gutiérrez a secas" Vicente Battista



Concepto y etapas de creación de un booktrailer. ¿Qué es un booktrailer? ¿Cómo hacer un booktrailer? escenas para booktrailers.

Del escritor argentino Vicente Battista.

Monte Avila Editores.

sábado, 4 de mayo de 2013

Realismo sucio: El profesor


Realismo sucio: El profesor

El profesor de matemáticas preocupado por la llegada del período de vacaciones, ingenió un plan algo macabro para mantener su bolsillo lleno. Casi todo el curso tenía aprobada su materia, por eso decidió escoger a un desafortunado grupo de alumnos con las calificaciones más bajas quienes serían los “sacrificados” para abrir el curso de reparación en vacaciones y así cubrir sus necesidades económicas unos meses más. 

Al asignarle un solo curso en el año escolar, el profesor decidió aplicar este plan para seguir teniendo la “clientela” fresca, así que tenía que “raspar” a varios estudiantes para mantener su cuota de ingreso mensual. Eran tres estudiantes que a pesar de no estar aprobados solo les faltaban décimas para la nota probatoria de la materia. Ese salón en particular, el 8vo B, era el más tranquilo del colegio. Nadie se portaba mal, todos eran atentos a las clases, guardaban silencio cuando los maestros se lo pedían, en fin, eran buenos en conducta. 

El plan  fue un poco difícil de llevar, puesto que estos tres alumnos aun le faltaba la nota para aprobar y quedaba una evaluación final que de seguro alcanzaban la puntuación necesaria con  poco estudio. El profesor, sabiendo esto se dedicó noches enteras a diseñar un examen con un alto grado de dificultad. Para que los alumnos que estaban en la mira no pudieran aprobarlo. En vista  de que sus intenciones podrían fallar, se ingenio un plan “b” por si acaso y  consistía en que de aprobar el examen final tendría que recurrir a reprobar a tales alumnos alegando que durante todo el curso fueron los mas flojos del salón, y así en consejo de curso los reprobarían.  

En una de las tantas noches que se dedicaba a ingeniar el examen con alta dificultad, decidió que mejor era salir a despejar la mente y así se le ocurriría un ejercicio algebraico jamás imaginado. Tardó días en dar con tal problema matemático, hasta que un fin de semana estando el profesor con sus compadres en la finca del campo, después de tomarse cuatro botellas de tequila dio con un ejercicio jamás imaginado. Busco una servilleta donde escribirlo y lo guardo para pasarlo en limpio al llegar a casa.

Ya impreso el examen final de curso, dentro de su mente retorcida se burlaba al ver a los alumnos tratando de resolver el ingeniado ejercicio. El examen solo tenía un camino para resolverse que muy poco se había estudiado en clases, era probable que todo el salón reprobara así no existirían pruebas del delito y con más soltura llevar a los alumnos al curso de reparación.

Llegado el día del examen la mayoría de los alumnos preguntaban al profesor sobre como resolver tal ejercicio, éste solo respondía: si han prestado atención en todo el año sabrán cómo hacerlo, no mas preguntas por favor si no, bajo cinco puntos.


Al sentarse al corregir los exámenes, buscó con ansias los de los tres alumnos en “salsa”, para sorpresa se encuentra de que estos lo habían resuelto perfectamente y el resto no. Trató de conseguir una respuesta a tal desengaño y no la halló. Así que optó por aplicar el plan “b” aunque este no daba por cumplido su objetivo debido a que la decisión de aprobar a estos alumnos estaba en manos de varios profesores en consejo de curso.

Se preguntarán cómo hicieron los tres estudiantes para resolver tan difícil examen. En realidad no fue que se quemaron las pestañas día y noche estudiando, ni tampoco recibiendo clases particulares de matemáticas. Aconteció que la información de “raspar” a los alumnos se coló entre ellos sabiendo que el profesor no tenía mas curso y necesitaba dinero dando clases apartes. Pues se rumoraba que a varios alumnos los iban a llevar injustamente a esos cursos por reprobar la materia. Así que los que sabían que posiblemente estarían en la mira del profesor, se organizaron para tratar de conseguir el examen final para saber a que atenerse. 

Fue todo un trabajo en equipo, pues donde se fotocopian los exámenes trabaja un viejo que es amigo de todos los estudiantes del centro, no hubo mucho que pensar para saber como manipular al viejo, entre todos, le regalamos una cesta de víveres con licor incluido y dos paquetes de cigarrillos, acordando previamente cuál sería su función. Así, una vez fotocopiado el examen, el viejo sacó unas de mas y por la tarde cuando no había nadie en el instituto entregó a los alumnos copia del examen. Pero el problema no estaba resuelto del todo, el ejercicio era indescifrable así que los alumnos tuvieron que emplear otra maniobra para resolver tal ejercicio creado solo en la mente del profesor. Otra inversión de dinero tuvieron que hacer para pedir asesoría a un profesor de otro instituto para que le resolviera el examen, pero valió la pena tanto esfuerzo.

Getafe, marzo 2009.


lunes, 15 de abril de 2013

Realismo sucio: Miedo nostálgico

realismo sucio Miedo nostálgico los aleros

Todo empezó cuando mi papá no quiso llevarme al circo, desde ese momento mi vida sentimental cambió. Y todo porque yo era muy asustadizo en la calle. Una vez, dentro de un ascensor, las  personas empezaron a gritar y entré en pánico; en otra ocasión, una pelea de unos desconocidos en la calle hizo que mis nervios explotaran.

Pero nada comparado con unas navidades que mis padres decidieron viajar a La Puerta  y  “Los Aleros” en Mérida. La Puerta, es un pueblito que sólo puede dejarte buenos recuerdos. Es un lugar muy simpático, tranquilo y agradable, está decorado con flores y venden chocolate caliente con fresas en todas partes. La gente es muy amable y cortés con los visitantes.

Los Aleros, es un pueblo turístico que mantiene las tradiciones de la Venezuela de antaño con personajes disfrazados que acompañan el paseo. Al llegar a la entrada, te montan en un autobús decorado a la antigua y un guía va animando el trayecto. Hasta eso momento todo marchaba de maravilla. De repente, oí un grito estruendoso y macabro por la parte trasera del autobús y dos monstruos disfrazados de payasos irrumpieron en el vehículo asustando a sus ocupantes.  Grité tanto que empecé a insultar a todos con groserías por estar en esa incómoda situación y mis padres no lograban calmarme, esa era la bienvenida.

 Al llegar a la entrada del pueblo, a los visitantes le entregaban una especie de pasaporte y en la caseta de visados estaba puesto un muñeco en una silla, vestido con trapos harapientos marrones y grises, con un sombrero de paja y sostenía en sus manos un cartelito que decía algo. Pues, una vez que lo visitantes tenían su pasaporte, seguían por el pasillo donde estaba el susodicho muñeco y de la nada el muy desgraciado pegaba un brinco y te asustaba.

Pero lo peor estaba por sucederme, en ese pueblo turista fantasma tradicional de antaño las cabras se paseaban libremente por las calles. Iban pastaban en manadas con sus cabritas y los turistas las alimentaban, las acariciaban y se sacaban fotos con ellas. En un descuido de mis padres, corrí hacia una de las cabritas, ésta me llegaba por la cintura pero en su instinto natural, la cabrita con sus pequeñísimos dos cachitos recién salidos como chichones arriba de sus ojos me dio una cornada en todo el rabo que me hizo volar unos metros por el aire. 

El suceso alborotó la aparente pasividad del lugar y la locura se apodero del ambiente tan calmado de ese maldito pueblo. Gran parte de los visitantes observó como la cabrita corría hacia mí y me golpeaba, cuando caí al piso sólo escuchaba gritos, desesperos. El sabor amargo de tierra en mi boca se mezcló con mis lágrimas saladas y ver correr una gran masa de gente hacia mí me traumó más. Mi mamá era la que más gritaba, en su ataque de histeria contribuía más al caos y a la confusión. Con este infortunio  terminó el día con los sustos más desagradables en mi vida… Como esa vez que un borracho partió una botella y mis ilusiones se fueron con esos vidrios rotos en la cola para entrar al circo.

miércoles, 30 de enero de 2013

Periodismo gonzo: Utopía hippie


periodismo gonzo: utopia hippie woodstock

El jueves 14 de agosto del año sesenta y nueve mí compañero Andrés y yo presentamos el último examen del semestre, la verdad no me importó si lo aprobaba o no, llevábamos dos años en Estados Unidos intentando sacar un diplomado en ingeniería.

El viernes 15 unos amigos de la universidad nos comentaron sobre un festival a dos horas de camino, en una granja de Bethel en el estado de Nueva York. Nosotros hartos de tanto estudio decidimos desconectar y la mejor manera era asistiendo a ese festival musical muy en particular que anunciaban en la radio y en volantes pegados en las paredes de la universidad que expresaban: “The Woodstock festival, 3 days of peace and music”. Aunque yo no estaba muy animado en asistir, mi compañero me convenció de ir, él estaba seguro de que ese festival iba a ser algo grande.

Al preguntar en la estación de bus nos dijeron que no habían pasaje para ir hacia esa zona así caminamos hasta la carretera principal. Rápidamente conseguimos trasporte, eran un grupo de 15 jóvenes que venían de Kansas. A las dos horas ya estábamos en el sitio. No se podía caminar de la multitud de personas en el lugar, empezó a llover, oscureció muy pronto. La música se oía de lejos y la tarima se veía infinita, aunque los enormes altavoces se visualizaban desde cualquier parte. Decidimos acampar cerca de una charca. El dinero que teníamos no nos sirvió de nada, pues no existía sitio donde comprar algún alimento. La cena la resolvimos con unos bocadillos que nos dieron unos compañeros que llenos de barro disfrutaban felices en la charca.

El sábado 16 nuestra estadía mejoraba un poco, si a eso contamos que solo dormimos un par de horas. Agua y galletas fue nuestro desayuno. Nos adentramos más entre la multitud con la esperanza de acercarnos más a la tarima y ver los grupos más de cerca, aunque confieso que no soy aficionado a ningún genero musical. Esa misión fue imposible, una barrera humana impedía el paso hacia el centro. En medio de nuestro ajetreo coincidimos con unos compañeros de clases, terminados el día con ellos quienes amablemente nos ofrecieron hospedaje en sus tiendas de campañas arruinadas por la lluvia y el barro. Ellos nos comentaron de los cantantes y grupos presentes en el festival, recuerdo que nos nombraron a Santana, Janis Joplin, Jimi Hendrix, Jefferson Airplane, The Who, Grateful Dead, entre otros. Ya para el domingo 17 nuestros cuerpos agotados no podían levantarse, al ver a nuestro alrededor los compañeros se habían marchado. Nos quedamos clavados como estacas en el barro, sin energías para caminar, era el último día y pensamos en la idea de regresar, pero no sabíamos cómo, esperaríamos al día siguiente.

El lunes 18 terminamos la faena con miles de personas armando un simbolo de la paz con toda la basura que encontramos en el lugar, mientras de fondo se escuchaba una melodía ecléctica, una melodía que sintetizaba lo que había sido el festival, era la guitarra de Jimi Hendrix que como una extensión del pensamiento emanaba su sinfonía de fraternidad, unión, pacifismo y protesta. Fueron tres días que pasamos hambre, frío, con la ropa mojada, pero todo el mundo nos ofreció comida y algo de abrigo. Sin saberlo mí compañero y yo estuvimos presentes no en el mayor festival de música rock del mundo, sino en la mayor demostración de solidaridad humana jamás lograda... eso hace ya cuarenta años.

Getafe, marzo de 2009.

sábado, 12 de enero de 2013

Realismo mágico: Detalle pintoresco


El diseño de las pistas de carreras está inspirado en la estructura del cuento y la novela. El inicio es una larga recta que a la señal de partida los motores van de cero a cien en pocos segundos atrayendo la atención del lector.

Al llegar a la primera curva frenan y en intervalos cortos vuelven a acelerar; y así van frenando y acelerando hasta que salen de la zona de curvas y retoman la recta secundaria de la pista acelerando a fondo aunque obligados a frenar  nuevamente en el nudo de curvas las cuales llevan a la recta final acelerando a fondo, llegan al clímax de tanta velocidad para que al cruzar la meta quiten el pie del acelerador una vez conocido el desenlace.

lunes, 31 de diciembre de 2012

Realismo mágico: Cena de fin de año

Las humillaciones venían por parte de la madre la mayoría de las veces, aunque su padrastro también la regañaba. Su madre la acusaba de todos sus males y su mala suerte. Día tras día se lo recordaba; al levantarse por la mañana; al llegar la madre del trabajo; los fines de semana, siempre. Era algo rutinario, cualquier desgracia la culpa era de la chica. Ella era muy dada a las labores hogareñas, salía poco y siempre arreglaba y limpiaba la casa para que cuando llegara su madre no le reclamara. Pero eso no bastaba, igual le gritaba y amenazaba.

Su mama desahogaba su desdicha con ella, además, la enfermedad de la chica avigoraba más el resentimiento y odio de la madre hacia ella. Sufría una extraña enfermedad que la familia no soportaba. Siglos atrás la hubiesen quemado a la chica por considerarla bruja por su extraña posesión de espíritus diabólicos. Sin embargo, en estos tiempos modernos la familia desconocía muchas cosas de su enfermedad, los desconocía por apatía, ignorancia y flojera. Cuando sufría un ataque de esa extraña enfermedad, la dejaban tirada en el piso y esperaban a que ella sola se repusiera.

Varias veces habían intentado desalojarlos de la casa donde vivían, pero no lo habían conseguido, puesto que el padrastro alegó a las autoridades que allí vivían dos menores de edad: su hija y su nietastro; este último era hijo de la chica. El padrastro logró conseguir una protección legal para evitar ser desalojados, escoltado con los dos menores. Esto le proporcionaba a él un poder excepcional dentro de la casa; poder para gritar, romper sillas, reclamar por falta de comida, quejarse por no tener ropa limpia y una independencia absoluta para irse a cualquier hora y regresar borracho. Extraño es que el padrastro siempre le increpaba a la madre por no echar a la chica de la casa, sus constantes ataques por su enfermedad eran motivos suficientes para que no viviera más con ellos, pensaba el padrastro.

Ellos: madre, hija, la chica y el niño sentían que vivían dentro de una prisión dominada por un tirano. No había escapatoria, no tenían a donde ir. Peor era marcharse y quedar sin techo ni cama donde dormir, al menos allí tenían además de protección ante el peligro de la calle un baño para asearse y una mesa donde comer, aunque casi siempre faltaba comida, a veces solo comían una ves al día, el padrastro compraba poco y no compartía con la chica, solo para los demás. Para él, ella era un estorbo que vino con su madre.

Para la cena de navidad, había muy poca comida. La chica quería cocinar para esa noche pero con tan pocos ingredientes no se atrevió a preparar nada. Esa semana, antes de finalizar el año el padrastro intentó botarla de nuevo de la casa, pero no pudo. Era cuestión de que al terminar las festividades volviera a intentarlo y la chica pensó: “a mi sola no me botan, si me botan nos iremos todos”.

La cena para fin de año era más abundante. El padrastro compró un pavo a bajo precio por estar vencido, estas rebajas era usuales en el mercado y la madre trajo verduras y especias, Así trascurrió el resto del último día de ese año, mientras el padrastro se emborrachaba, la madre y la hija se arreglaban en el salón de belleza para despedir el año. La chica se quedó en la casa preparando la cena. A la familia la habían invitado a un baile unos vecinos pasada la media noche. Baile en el que solo asistirían la madre y la hija, puesto que el padrastro estaría muy borracho y se iría a dormir para cuando empezara el baile y la chica obvio que no la llevarían, se quedaría con su hijo durmiendo. Su hijo le ayudaba con la cena, lavaba las cebollas y las papas, desechaba la basura restante de la tarea de cocinar. Ella condimentaba el pavo antes de hornearlo y preparaba la salsa que era tan amarilla como la llama de una antorcha.

Llegada la noche, la chica no tuvo casi tiempo de arreglarse, usó el mismo vestido de todos los años. Sirvió la cena, ya estaban todos, el padrastro borracho, la madre insoportable pero bien arreglada al igual que la hija gritona que pedía comida, el niño recién bañado y vestido y ella casi sin peinar. Sentados en la mesa, ella Silvia a los cuatro, arrimó una silla entre el niño y la hija, casi no le daban espacio y se sirvió de último. Comieron y rieron con el estomago llego. Ni siquiera agradecieron a la chica por la cena, ni siquiera la miraban, solo parloteaban entre ellos, únicamente el niño la molestaba avisándole que le sirviera más agua o le diera más pan para mojar con la salsa.

La chica se cansó de tantos malos tratos, consiguió el veneno más potente que existía, un polvo amarillento como el curry, así preparó la cena de fin de año…

viernes, 21 de septiembre de 2012

Realismo mágico: El edificio

Me mudé a Macondo hace tiempo y para no tener que pagar los altos costos de alquiler de vivienda decidí llevarme el apartamento de mi tierra natal, pero por razones legales y normas de propiedad horizontal era imposible. 

La única opcion que me propuso la administradora era trasladar el edificio completo no sin antes recolectar 80 por ciento de firmas aprobatorias de los vecinos. Eso no fue problema, en una mañana ya habia consultado una torre y en la tarde la otra torre, al escrutar los votos tenia casi todas las firmas aprobadas y muy poco negativas. Al parecer la gente se cansó del sedentarismo y querian cambiar de aire.

Empece con los tramites y permisos del tralasdo. La primera diligencia fue reservar el pasaje de avion de carga pesada, la aerolinea mas economica me garantizaba la llegada intacta del edificio pero no asi los objetos internos. Dias mas tarde saque los permisos para desterrar las bases del edificio, luego las gruas-taxi que lo llevarian al aeropuerto. Por cuestiones de seguridad el edificio tenía que ser llevado al aeropuerto el mismo dia del vuelo. El vuelo no permite llevar inquilinos en el edificio, solo los objetos por lo que tuve que buscarles hospedaje a los vecinos y de paso los gastos corrian por mi cuenta, además de  un permiso especial para los vehiculos del estacionamiento.

El día del viaje, mientras los operarios abordaban el edificio al gigante avión de trasporte en su maniobra golpearon una de las antenas que estan en la azotea, justamente era la antena de recepción de television por cable, una de la mas importante.

Al llegar al aeropuerto de destino las autoridades aduaneras revisaron la carga y a pesar de que los permisos estaban bien y eran legales en su informe colocaron que las bases del edificio no eran del modelo que se usaban en ese pais por lo que mientras se buscaban  los respuestos adecuados el edificio permaneceria bajo custodia aduanera. Tardaron una semana en conseguirlos y su instalación un dia completo, los gastos de mano de obra iban por cuenta del Estado. Una ves terminado el procedimiento pude reclamar el edificio en la aduana, dos grandes gruas trasportaron el enorme complejo de ladrillos hasta el terreno que alquilé momentáneamente para colocarlo alli. 

Una ves sujetada sus bases al subsuelo, fotografié el edificio y se los mandé a los propietarios para que vieran como quedó.

Ahora estoy en los preparativos para traerme a los vecinos y propietarios antes de que personas inescrupulosas se percaten que están desocupados los apartamentos y los invadan. 

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Al estilo de Otrova Gomaz en La miel del alacrán.